Las monjas Correa
En la familia Correa nos enorgullece que seis mujeres decidieron dedicarle su vida a la Iglesia Católica y son ellas a quienes con gran cariño y admiración les dedicamos este capítulo "Las monjas Correa", de nuestro Blog.
Fueron ellas, cronológicamente: Heliodora, María (Maruja), Inés, Lucía, María Teresa y Clara.
Debemos anotar que desde los inicios, la sociedad antioqueña se distinguió por la acogida y apoyo a la labor educadora y misionera de distintas comunidades religiosas, donando bienes como oro y hasta edificaciones, para que pudieran cumplir con su misión.
Así, "La religión no tardó en generar abundantes vocaciones religiosas, muchas veces en el seno de familias pudientes" (Patricia Londoño Vega - Religión, Cultura y Sociedad en Colombia, Medellín y Antioquia 1850 - 1930.- Pág.32).
La iglesia católica colombiana experimentó un vigoroso crecimiento institucional tras la firma en 1.887 del Concordato, el que puso fin a tres décadas de conflictos ocasionados por las reformas liberales.
Entre 1.850 y 1.930 se establecieron en Colombia 44 congregaciones nacionales extrajeras, 29 femeninas, y 15 masculinas. De éstas, 20 comunidades femeninas y 10 masculinas estuvieron activas en Antioquia durante este período. Únicamente las Hermanas Carmelitas Descalzas, las Hermanas de la Presentación y Los Jesuitas se habían radicado en Antioquia con anterioridad al Concordato.
Dos congregaciones femeninas iniciaron labores en el primer decenio del siglo XX (La congregación de las Siervas del Santísimo y las hermanas salesianas); nueve en el de 1.910 (Hermanas Capuchinas, las Hermanitas de los Pobres, las Misioneras de la Madre Laura, las Hermanitas Vicentinas, las Bethlemitas, las Visitandinas, las Clarisas Pobres, las Hermanitas de los Pobres de San Pedro Claver y las Concepcionistas Franciscanas), tal como lo anota el estudio citado de Patricia Londoño.
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Sor María del Espíritu Santo (Heliodora Correa Restrepo)
Perteneció a la Congregación de las Carmelitas Descalzas, cuya orden se originó en España en el siglo XVI. Establecieron un convento en Medellín (1.791), otro en el caserío vecino de El Poblado (1.900) y un tercero en la Ceja (1.912).
Quién de los bisnietos no recuerda las visitas al Convento donde Heliodora, a saludarla y recibir los escapularios de la Virgen del Carmen. Aprovechábamos los hermanos mayores para introducir a los menores en ese torno café oscuro y un poco asustador a un costado de la reja por donde se hablaba en la visita, para darle la vuelta mientras Heliodora iba por los escapularios, amenazando a esos menores con que los dejarían para siempre en ese convento.
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María (Maruja), ingresó a la Comunidad de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl, ó Vicentinas, igual que Inés y María Teresa, también de dicha congregación. Esta congregación fue fundada en París en 1.633 para cuidar de los niños abandonados, los presos, los jóvenes, los ancianos menesterosos y los enfermos.
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Fue Madre Superiora y enfermera en su Comunidad Vicentina.
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Clara ingresó a la congregación de Hijas de María Auxiliadora, o Hermanas Salesianas, Comunidad que se estableció en Antioquia en el año 1903. De origen italiano, la fundación de esta Comunidad se remonta al año de 1.872 por Juan Bosco y Dominga María Mazzarello, con el fin primordial de dar instrucción a las niñas indigentes. Al mismo tiempo trabajaron en obras benéficas y misionales. En 1.881 la orden contaba con 300 hermanas activas en Italia, Francia y Argentina.
Ha sido misionera en Venezuela por largos años, trabajando con los indígenas de ese país, donde reside actualmente.
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