Árbol Genealógico - Ana María de Jesús Isabel Restrepo - Línea Gómez de Castro
De los Gómez de Castro
Don Rodrigo Escobar en las anotaciones al libro de las “Genealogías de Salamina”, del presbítero Guillermo Duque Botero, Edición de 1993, dice: “El fundador de la Familia fue Cristóbal de Castro” “El Viejo”, el que debió casar en Antioquia, por 1.620 con Catalina Mateo (Mateus) o Belalcázar cuyos padres no sé, la que nació por 1.606, según declaración rendida. Fueron hijos de Cristóbal y Catalina: Pedro Gómez de Castro Mateus bautizado en Antioquia el 23 de febrero de 1.622 (folio 172v) y cuya suerte ignoro; Dominga de Castro Belalcázar, esposa del Sargento Juan de Upegui Mejía, con el que se casó por 1.660. En 1.658 le había hecho el cura Pedro de Belalcázar Moreno, el que supongo su tío abuelo, una donación para que se casara; Nicolás Urbano de Castro Belalcázar, el que testó en 1.680 cuando declaró no tener hijos. Había casado en el sitio de Ana en 1.668 con Francisca Melián de Betancourt Álvarez; Miguel Gómez de Castro Belalcázar, enterrado en Medellín en 1.666, el que fue casado con Ana Pastrana Ramírez, hija de Francisco de Luna Pastrana y de Juana Guillén, de la que no consta hubiese tenidos hijos; Lorenzo Gómez de Castro Belalcázar, el que firmó por su madre en 1.656, una declaración de esta en la mortuoria de Juan Amador. Residió en Copacabana donde fue empadronado para el censo de 1.675. Fue casado con Fabiana Álvarez Cortés, hija de Pedro Álvarez del Pino Arcos y de Gregoria Cortés Rodríguez, de la que tuvo siete hijos; y el Sargento Cristóbal Gómez de Castro “El Mozo”, el que fue casado con María Álvarez Cortés hermana de Fabiana su cuñada. Testó el sargento en 1.724 (Protocolos de Medellín) cuando declara pomposamente ser “Natural de los Reinos de España”, dato que ha sido tomado como verídico por los genealogistas que no han estudiado a los demás miembros de la familia”.
La obra Genealogías de Salamina, efectivamente da por fundador de esta familia en Antioquia a Cristóbal Gómez de Castro “El Viejo” y dice que nació por 1.595. Su hijo, el llamado “El Mozo”, testó efectivamente en 1.724 donde afirma ser de los “Reinos de España” pero omitiendo el lugar preciso de su naturaleza. Las Anotaciones de Don Rodrigo Escobar son correctas cuando dice que los genealogistas que no han estudiado el resto de la familia, esto es, a los demás hermanos de Cristóbal Gómez de Castro “El Mozo” dan por cierto que este último nació en España, cuando seguramente nació en Antioquia como sus hermanos. En el libro de bautizos no.1 de la Parroquia de Santa Bárbara de Santa Fe de Antioquia al folio 172v, efectivamente está anotado el bautizo de Pedro, el mayor de los hijos de Cristóbal Gómez “El Viejo” y Catalina Mateus, cuya fecha de matrimonio en el mismo lugar se sitúa entre 1.620 y 1.621. Del menor de los hijos, Cristóbal “El Mozo”, se sabe que de “sesenta y un año poco más o menos” y natural “de esta provincia” sirve de testigo en la probanza de nobleza y limpieza de sangre del Capitán José Bermúdez Becerra y Ruiz de la Parra en 170012, por lo que se calcula su nacimiento en 1.640.
Origen judío-converso de Cristóbal Gómez de Castro “El Viejo”
Estos Gómez de Castro provienen de una familia judío-conversa a la que también perteneció el físico Álvaro de Castro, “El Médico”, autor de varias obras cuyos manuscritos se conservan en la biblioteca capitular de la Santa Iglesia de Toledo, y de otra que salió a la luz en 1.522 llamada Libro Segundo de don Clarián de Landanes13. Pues bien, en la reedición de dicha obra en el año 2.000, a cargo del Centro de Estudios Cervantinos, la introducción de la misma no deja duda acerca de que el autor de esta obra de caballería no puede ser otro que el médico Álvaro de Castro, al servicio de la casa del Conde de Orgaz.
Álvaro de Castro era hijo de Diego Gómez de Toledo, a quien se le abrió un proceso inquisitorial en 1.510 en Toledo14, y padre de Didaco Gometio de Castro médico también. Citamos textualmente lo que dice la introducción en la reedición de la obra:
Este Diego Gómez, medico como Álvaro, escribe un prólogo laudatorio al libro <Ianna Vitae>, donde alaba la tarea de su padre: “Jacobus Gómez saluberrime medicine facultatis doctor literatissimo uiro magistro Álvaro souque genitori clarissimo” (Millas Vallicrosa 1942: pág. 111); el Didaco Gometio del libro Fundamenta medicorum y el Jacobus Gómez que elogia a Álvaro de Castro con el Ianna Vitae son la misma persona: Diego Gómez de Castro el hijo de Álvaro Castro…”
Como la esposa de Álvaro de Castro ya lo había dejado viudo en 1.536, tenemos que concluir que su hijo Diego (Didaco) nació antes al igual que sus hermanos Tomás, María y Ana.
Era Álvaro de Castro, “El Médico”, descendiente de la rama Abolafi o Abulafia de la familia hebrea Ha-Levi, como lo concluyó el sacerdote Horacio Gómez Orozco, de la Diócesis de Manizales, en Colombia, quien ha dedicado parte de su vida a investigar esta familia. También lo cree así el autor de la introducción citada cuando dice que “…Dada la proximidad de la Puebla de Montalbán con Santa Olalla, residencia del conde de Orgaz, como cabeza de su señorío Toledano, donde sabemos con certeza que moró el converso Álvaro de Castro y su hijo Diego {…} La probabilidad de ser una misma persona el Abolafia médico de la Puebla de Montalbán y el converso que nos ocupa, es muy grande …”
Diego (Gómez) de Castro era también el padre de Cristóbal e Isabel, según expediente que se conserva en el Archivo General de Simancas15, relacionado con la “información practicada en justificación de haber dejado por hijos Diego de Castro a Cristóbal e Isabel de Castro”.
Cristóbal Gómez de Castro casó con doña Catalina Mateos, ambos procesados en el año 1.589 por judaizantes, en el Tribunal de Llerena. Ese archivo obra en el portal PARES del Ministerio de Cultura y Deporte del Reino de España, bajo la siguiente referencia: Título de la unidad: "Relación de causas de visita del Tribunal de la Inquisición de Llerena. 1589" .Archivo: Archivo Histórico Nacional. Signatura: INQUISICIÓN, 1988, Exp.28. Código de Referencia: ES.28079.AHN/1.1.11.6.18.6//INQUISICIÓN,1988,Exp.28.
Por si quedara duda, en octubre de 1652 se encuentra una carta dirigida a la Inquisición de Cartagena de Indias, en la que se ordena detener a Cristóbal Gómez por “judaizante”16.
Queda así expuesto el origen judío-converso al catolicismo de Cristóbal Gómez de Castro “El Viejo”, quien viajó a Indias antes de 1621 y dejó descendencia en Antioquía, Colombia.
Diego Gómez de Castro en el famoso cuadro "EL ENTIERRO DEL CONDE ORGAZ" –Por: Doménikos Theotokópoulos – El Greco-
Dos santos depositan al donante noble en su tumba.
El cuadro llena la pared de una capilla de arco de medio punto, desde la parte superior hasta casi el suelo. Mide 4,80 x 3,60 metros. El espectador se encuentra con personajes de tamaño natural. Fueron pintados en 1586 para la iglesia de Santo Tomé en Toledo por Doménikos Theotokópoulos, natural de Creta y conocido en España como El Greco.
El Greco pintaba el milagro que pudo haber ocurrido en 1323 en la misma iglesia de Santo Tomé durante el entierro de D. Gonzalo Ruíz. Según la tradición, aparecieron los santos Esteban y Agustín que tomaron los restos mortales del difunto y los depositaron con sus propias manos en la tumba.
Ruíz había sido canciller de Castilla y señor de la Villa de Orgaz; fue un hombre acomodado e influyente, dispuesto a ayudar sobre todo a las instituciones religiosas. Facilitó a los agustinos un solar dentro de las murallas de Toledo y promovió con sus donativos y promovió con sus donativos la construcción de un monasterio y la reconstrucción de la iglesia de Santo Tomé.
Obligó a la villa de Orgaz a que, a su muerte, entregase cada año, tanto al monasterio como a la iglesia, 2 corderos, 16 gallinas, 2 odres de vino, 2 cargas de leña y 800 monedas. Los santos calificaron su presencia en el entierro como una “distinción” ofrecida a alguien que “había servido a Dios”. Según la leyenda, al desaparecer dejaron tras de sí, un aroma divino.
El Greco no intentó en absoluto vestir a sus personajes con trajes medievales. El sentido de los cambios políticos y sociales estaba poco desarrollado, y hubiera entrado en contradicción con la finalidad del encargo, ya que el cuadro no debía recordar un hecho histórico, sino advertir a sus contemporáneos y promover la emulación.
Entre los hombres vestidos de negro, los toledanos reconocían a ciudadanos destacados de su ciudad dentro de quienes se encontró Diego Gómez de Castro según investigación del CENTRO DE DOCUMENTACIÓN Y ESTUDIOS Moisés de León.
Rose Marie & Rainer Hagen
Los secretos de las obras de arte
Taschen – Biblioteca Universales
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